ISLA CEMENTERIO por ediciones uruguayas

Ediciones del Cementerio, desde Uruguay, se agenciaron un ejemplar desta isla plástica traslúcida (dicen por allí por intermedio del primo José Roberto Sechi de Brasil) y tomaron el guante para producir su propia Isla -que ese es el objeto del objeto- y este video que ahora compartimos.

La Isla china de Marc Battier, patamúsico

Marc Battier entrañable amigo invitado por el Real Colegio Patafísico del Callao desde su afamada original Ecole de Paris, a quien conociéramos durante su estadía breve,  musical y electrónica en Lima a mediados de año, zarpó en tránsito celeste al este del Aromito con su música y su Isla Saavedra.

En la imagen superior, Battier sostiene este su escudo acrílico en la calle Liu Li Chang, en Pekín, calle de pintores, poetas y alimañas semejantes.

PRESENTACIÓN libro acción ISLA de Edgar Saavedra

JUEVES 19 DE AGOSTO A LAS 19 HORAS EN EL BAR ALBAZOS, BERLÍN 172, MIRAFLORES

PRESENTAN

DANTE CASTRO
PABLO SALDARRIAGA
CARLOS ESTELA
EDGAR SAAVEDRA

VER ACCIONES RELATIVAS A ISLA

INTERVENCIÓN AUTOADHESIVA por ANONYMUS CIALACCUS

opio del desastroso tormento testimonian las leyendas urbanas del diecinueve a propósito de Anonymus… trances en Amancaes, rayas sociales que alimentaban las conversaciones tras celosías, durante los carnavales atrocidades  de cambalaches, gasturras, mil nacimientos y mil muertes, anécdotas para embadurnar los diarios de quince aventureros valientes, el dicho Anonymus, en un pequeño puerto república invertido y subacuático, ¿cómo podría guardar tal condición?

Anonymus dejó esta ofensa autoadhesiva sobre su añorado océano plástico patafísico.

El Fiscal Patafico

érase iridio en litigios cuando de artilugios verbales relucía en la Sala. érase radio y rotundo en trance reía, carcajeaba, concomitante cuando la sentencia hinchaba la soberbia. érase luz y lastre romano en las aulas del Real Colegio, cínico recinto donde puso fin a su vida. érase rudo abuso sin embargos, rabia contra las razas no escogidas, despiadado con su propia prole, jinete de la servidumbre, enemigo de su próxima…

Cónsul Madrépora describe así sus últimos minutos: «…con la que quebró el Traslúcido Acrílico, Patafico, prehistórico elucubrador de objetos, diseñando la península asesina, el apéndice mortífero para escribir inmediatamente en su cuello con sangre el fin de sus días; sangre dactilar que selló la carta donde encriptó: salvose quien pudo

de esto hace ya 500 años (CM).